En El Señor Presidente, Angel de Miguel Asturias usa la locura como su herramienta inicial para lanzar un examen social de la mal contra bueno bajo los esfuerzos de una dictadura espantosa. Para pintar un retrato vívido de la atmósfera política y social bajo el régimen del Presidente, Asturias esgrime imagenes, repetición y las metáforas ricas y abstractas a través de su novela, para puntuar, prefigurar, y iluminar. El viento es uno de estas metáforas periódicas, y se usa como una representación de una tempestad que viene, un promonición constante de lo que deberá venir. Como el tiempo, los actos de la tiranía política no se pueden prever con mucha claridad.  La corrupción fundamental del gobierno, representado por moscas, denota el pudrir, el estado de asuntos en que el cuento se funda...