—Cuando hay elecciones...
—Y el Gobierno
de Madrid le escribe oficios con mucha
vuecencia en el retulo....
Tira a la barra como un San 13
Cristobal, y todas las
armas las maneja como manejamos
nosotros nuestros propios
dedos. Cuando habia fielato no
podian con el, y todas
las noches sonaban tiros en las
[5] puertas de la ciudad... Tiene una gente
que vale cualquier
dinero, porque lo mismo
es para un fregado que para
un barrido....
Favorece a los pobres, y el que venga de
fuera y se atreva a
tentar el pelo de la ropa a un hijo
de Orbajosa, ya puede
verse con el.... Aqui no vienen
[10] casi nunca soldados de los Madriles; cuando han
estado,
todos los dias corria
la sangre, porque Caballuco les buscaba
camorra por un no y
por un si. Ahora parece que vive en
la pobreza y se ha quedado
con la conduccion del correo;
pero esta metiendo fuego
en el Ayuntamiento para que haya
[15] otra vez fielato y rematarlo el. No se como
no le ha oido
usted nombrar en Madrid,
porque es hijo de un famoso
Caballuco que estuvo
en la faccion, el cual Caballuco padre
era hijo de otro Caballuco
abuelo, que tambien estuvo en la
faccion de mas alla....
Y como ahora andan diciendo que
[20] vuelve a haber faccion, porque todo esta torcido
y revuelto,
tememos que Caballuco
se nos vaya tambien a ella, poniendo
fin de esta manera a
las hazanas de su padre y abuelo, que
por gloria nuestra nacieron
en esta ciudad.
Sorprendido quedo nuestro
viajero al ver la especie de
[25] caballeria andante que aun subsistia en los lugares
que
visitaba, pero no tuvo
ocasion de hacer nuevas preguntas,
porque el mismo que
era objeto de ellas se les incorporo,
diciendo de mal talante:
—La Guardia
civil ha despachado a tres. Ya le he dicho
[30] al cabo que se ande con cuidado. Manana
hablaremos el
Gobernador de la provincia
y yo....
—?Va usted a X?
—No, que
el Gobernador viene aca, senor Licurgo; sepa
usted que nos van a
meter en Orbajosa un par de regimientos.
—Si—dijo
vivamente el viajero, sonriendo.—En Madrid
14
oi decir que habia temor
de que se levantaran en este pais
algunas partidillas...
Bueno es prevenirse.
—En Madrid
no dicen mas que desatinos...—exclamo
[5] violentamente el Centauro, acompanando su afirmacion
de
una retahila de vocablos
de esos que levantan ampolla. En
Madrid no hay mas que
pilleria... ?A que nos mandan
soldados? ?Para sacarnos
mas contribuciones y un par
de quintas seguidas?
iPor vida de!... que si no hay
[10] faccion deberia haberla. Con que usted—anadio,
mirando
socarronamente al joven
caballero,—?con que usted es el
sobrino de dona Perfecta?